Desde mediados del siglo XV, el 23 de abril se celebra cada año en
Catalunya la Diada de Sant Jordi (San Jorge). Sant Jordi, es patrón de Cataluña
desde el año 1094 y es para los catalanes, el héroe protector que venció al
dragón y salvó a la princesa, símbolo de la victoria sobre el mal.
A lo largo de los años, se ha
consolidado como una fiesta tradicional y emotiva en la cual los enamorados se
intercambian una rosa y un libro. Es una fiesta popular y pacífica, que exalta
unos valores tan humanos como son el amor, la cultura y el patriotismo.
Las rosas y los libros, que se
regalan a las personas queridas, llenan por un día, las calles y las plazas de
todas las ciudades y pueblos de Cataluña. Es por lo tanto, una fiesta de
participación popular con unas características probablemente únicas en el
mundo, tal vez, entre otras cosas, porqué es un "día festivo", que
los catalanes celebran trabajando.
Sant Jordi es por excelencia el
patrón de los enamorados en Cataluña, robándole en este sentido, casi todo el
protagonismo a San Valentín, aunque muchos catalanes lo celebran tanto el 23 de
abril, como el 14 de febrero. Pero casi todas las personas que viven en
Cataluña, siguen la tradición, que consiste en que el hombre regala a la mujer
una única rosa roja con una espiga de trigo y la mujer le regala a su amado un
libro.
¿Por qué una única rosa roja
acompañada de una espiga de trigo y no cualquier otra flor?
Porqué según la tradición, en este obsequio se aúnan tres
características: una única flor, que simboliza la exclusividad del amor por
parte del enamorado, el color rojo de la rosa, que simboliza la pasión y la
espiga de trigo, que simboliza la fecundidad. Por eso es un buen elemento para
regalar a una persona amada en un día tan especial como este.
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A esta tradición centenaria, se
suma el hecho de que en 1995, la UNESCO declaró también el 23 de abril Día
Mundial del libro.
La leyenda de Sant Jordi y el
dragón es común a casi toda Europa, y muchos países como Inglaterra, Portugal o
Grecia, la han cogido como suya. En Catalunya, es en la población de Montblanc
donde arraigó con más fuerza y hoy en día se celebra la Setmana Medieval de
Montblanc. En ella, junto a otros actos, se representa cómo el santo mató al
dragón que tenía tiranizada la capital de la Conca de Barberà. En las antiguas
murallas de la ciudad todavía hay un portal conocido como Portal de Sant Jordi,
por donde se dice que salió el caballero después de matar a la bestia.
Sant Jordi, por último, marca el
comienzo de la primavera. Por eso es el momento de salir a la calle a pasear y
disfrutar del buen tiempo. La venta de libros y rosas, además del negocio y la
reivindicación cultural, se convierte en una celebración popular en el que se
entremezclan otros actos (sardanas, castells, exposiciones...) que hacen que la
fiesta sea más fiesta que nunca.
He buscado información sobre el Día de san Jordi porque tenía curiosidad de por qué se regalan rosas.
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